Experiencias extremas

Comprando cervezas en Irán

Cruzar un puente sobre el Bósforo y leer el cartel de “Welcome to Asia” es algo que a pocos dejará indiferentes. De ahí recorro la bellísima costa suroeste desde Cesme hasta Antalia. Me detengo en la intrigante región de Capadocia para finalmente dirigirme hacia el Kurdistán, en el extremo éste de Turquía, conflictiva área social en la que confluyen las no menos conflictivas fronteras de Georgia, Irán, Irak y Armenia.

Miquel

Miquel Silvestre es escritor, viajero y gran bebedor de cerveza. Ha recorrido en motocicleta más de 85 países tras las huellas de los exploradores españoles menos conocidos para tratar de rescatar el recuerdo de una épica de quijotes, santos y locos. Además de numerosas obras de ficción ha publicado dos libros de viajes: Un millón de piedras con 15.000 kilómetros africanos en su interior y Europa Low Cost, o como recorrer el viejo continente en moto sin pedir vacaciones ni arruinarse. Puedes seguir sus tropezones por el mundo en Un Millón de Piedras y en Twitter en @MiquelSilvestre.

Diyarbakir, sobre un promontorio en la vega del Tigris, tiene la segunda muralla más larga del mundo que, casi indemne, rodea la ciudad vieja. Fue reconstruida por el Emperador Constancio II en el 349, gobernante que desatara una gran violencia integrista contra el paganismo. Nunca han sido muy pacíficas estas tierras, así que no debe sorprender la vehemencia con la que varios kurdos hablan de política. Sus postulados son básicos pero inamovibles: Turquía es el enemigo y les niega sus derechos.

El paisaje es montañoso. Lomas peladas y rocas ásperas. El territorio está completamente militarizado. La Gendarmería turca es omnipresente. Son incontables los puestos de control; no obstante, dejan pasar al extranjero en cuanto lo ven sobre una motocicleta. Algunos niños tiran piedras, aunque la mayoría de la gente es amable.

El Ararat, con más de cinco mil metros, es la montaña más alta de Turquía. También símbolo nacional de Armenia. Fue su territorio hasta que los otomanos decidieron hacerlo parte de su imperio, allá por el XVI. Algo que junto al primer genocidio organizado de la Historia, nunca han perdonado. Aún en la actualidad, el Gobierno Turco se niega a abrir la frontera, aduciendo la política de su vecino en el contencioso de Nagorno Karabaj, oficialmente territorio de Azerbaiján, aunque en la práctica Estado independiente gracias a las tropas armenias y al subrepticio apoyo ruso.

Duermo en Dogubayacit, a los pies de la bíblica montaña donde se supone aterrizó el Arca de Noe. El área ofrece un horizonte de tonos ocres y malvas. El cielo es de un azul furioso. Un imponente castillo vigila la llanura desde un nido de águilas. Es el palacio del Bajá de Ishak construido en 1685. Numerosos campesinos kurdos suben a contemplar las vistas y beber litros de té muy azucarado.

La frontera con Irán está en la cima de un monte. Me reciben ceñudos soldados armados de fusiles de asalto y pobladas barbas. A pesar de su seriedad impostada no pueden evitar una enorme curiosidad. Aquí están prohibidas las motocicletas de más de 200 centímetros cúbicos y, como pronto tendré ocasión de comprobar, todo lo prohibido tiene un enorme atractivo.

Barzagan. Cambistas, contrabando y gasolinera. En un humilde restaurante los clientes están absortos mirando un televisor que emite un programa iraquí donde mujeres kurdas bailan descubiertas. Aparece un hombre delgado, moreno, casi andrajoso. Me dicen entre risas que es el “free shop”. El tipo se sube la chaqueta y muestra metida entre sus pantalones una botella de ron. Es un smugler o contrabandista. Todos los presentes se mueren de risa ante mi expresión de estupor.

En un desértico territorio que enlaza llanos entre crestas montañosas se halla el descuidado Palacio Baqcheh Jooq, construido por uno de los comandantes del Shah Mozaffaredin, quien reinara entre 1896 y 1907. Me aborda un tipo con una moto tan destartalada como su dentadura. “Soy Reza”, se presenta, “el motero del pueblo”. Vive solo entre piezas de motor y arcaicos carteles de cine. Me enseña fotos de una juventud rebelde. Imágenes de los setenta en un Irán prerrevolucionario. Reza era un atractivo joven de pelo largo y pantalones de campana que en bien poco se diferenciaría de cualquier gamberro europeo.

Maku, pequeña población encerrada entre altas paredes verticales de una piedra desnuda que luce rosácea al amanecer. Parece un pueblo del oeste americano articulado sobre una avenida central abierta en el espacio libre que deja el desfiladero. En el motel del Ministerio de Turismo atiende una joven cubierta. Habla un correcto inglés y asegura envidiar mi suerte de motociclista libre.

En Qhara Kelisa hay una vieja iglesia ortodoxa construida en 1329. El sólido templo amurallado vigila un profundo valle entre áridos cañones y profundas gargantas. El aire es tan puro y frío que casi corta la respiración. Se supone que aquí están enterrados dos mártires, San Judas Tadeo y Simón. Muertos en el año 66 por tratar de extender el Cristianismo entre los fieles del zoroastrismo, religión imperante en los tiempos Sasánidos.

Propiedad del Ministerio de Turismo, ya no se practica culto alguno en la iglesia de Kelisa, pero no porque hayan desaparecido los cristianos del país, sino porque se concentran en la ciudad de populosa ciudad de Urmia, próximo destino de mi Anábasis.

Dejo atrás Turquía y su Monte Ararat. Entro en Irán, país de gentes sorprendentemente amables. Encontrar guía resulta facilísimo. Basta pararse y preguntar. Rápidamente se forma un tumulto en torno a la motocicleta. Desde un coche, un tipo me indica que le siga. Atraviesa el pesado tráfico para enseñarme el camino correcto. Luego me besa y se larga sin que hayamos cruzado una palabra inteligible para ambos.

Urmia, capital de la provincia de Azerbaijan Occidental y también del cristianismo en Irán. Los cristianos se concentran en esta zona. Se calculan unos 300.000. Su origen se remonta al sigo II. Las comunidades cristianas se extendían hasta la India mientras el Imperio Bizantino y el persa Sasánido pugnaban por dominar la región. Habiéndose desgastado mutuamente, en el siglo V una fuerza invasora vino de la Península Arábiga y derribó ambos. Desde entonces, los cristianos asirios, armenios, ortodoxos y católicos caldeos sienten que viven bajo ocupación.

Me abordan un par de tipos de unos treinta años. Hablan inglés. Ayudan con el asunto del alojamiento y me llevan en su coche a almorzar. Mientras esperamos en un semáforo se acercan unas niñas mendigando. Les pregunto si acaso esto lo consiente la revolución. “Revolución”, dicen, “es solo una palabra.” Mis nuevos amigos aborrecen la tiranía religiosa. Dan por hecho el pucherazo de los clérigos en las pasadas elecciones. Hablan con sensatez, sin ira. Abogan por la separación de política y religión.

Tomamos el almuerzo típico en un concurridísimo figón donde los extraños comparten mesa. Hemos de consumir la ración a toda velocidad para dejar sitio a los que esperan. El abgusht es un cocido especiado que elaboran en vasos de barro metidos en el horno. Ternera, garbanzos y patatas. En una escudilla de metal sirven el caldo, arrojas trozos de oblea, fabricas una pasta y la tomas como entrante. Luego aplastas la parte sólida con una herramienta de metal. Ese puré lo agarras con el resto de la oblea, haces un buñuelo o rollo, según las preferencias de cada cual, y lo engulles. Delicioso, aunque hace sudar.

Enfrente está el viejo bazar. Antigua instalación de techos abovedados, puertas de medio arco y trazado laberíntico. Mil aromas, ruidos y colores se mezclan y confunden. El tipo del turrón dando mazazos a la masa, el limpiabotas que por medio dólar lustra zapatos, los hombres desnudos de los baños públicos. Fue construido durante el reinado de la Dinastía Safávida, la primera que en el siglo XVI logró unificar la vieja Persia, disgregada desde la caída del Imperio Sasánida. El Shah Abbas I mandó una embajada a Europa en 1599. Llegaría hasta la España de Felipe III, donde algunos enviados se convirtieron al catolicismo, como el Primer Secretario, Uruch Beg, que adoptó el nombre de Juan de Persia.

Dicen querer enseñarme la ciudad. Pronto descubro su verdadero interés: comprar alcohol. Hay que celebrar la rara ocasión de tener un huésped “del exterior”. La operación es como pillar droga dura. No es para menos. Consumir licor es un grave delito. Llaman al tipo. Esperamos en el coche. El traficante aparece. Monta en un taxi. Le seguimos. El tipo llama a otro tipo. Arranca. Le seguimos. Esquina. Callejón. Esperamos. Tras cinco minutos eternos, aparece con un enorme fardo envuelto en plástico negro. Lo mete por la ventanilla. Queda depositado en mi regazo. Ochenta dólares cambian de mano. El paquete tiene toda la pinta de lo que es: una caja de 12 litros de cerveza.

Mis amigos ríen, están excitados. Haremos barbacoa en una huerta. Pero yo estoy algo inquieto. El asunto de las cervezas me preocupa. ¿Y si fuera todo una encerrona? ¿Quién puede estar seguro de nada en un Estado policial? Los iraníes son muy amables, cierto, pero sus autoridades no se andan con remilgos en el trato con los extranjeros. Por un momento me imagino abriendo un telediario en farsí, acusado de graves crímenes contra el pueblo de Irán, convertido por una chiquillada en ingenua carne de cañón dentro del juego geoestratégico entre los ayatolahs y la Comunidad Internacional.

Es de noche. Estamos en las rústicas afueras. Se oye un perro ladrar. Alfombras viejas tapizan un cuarto humilde de casa de labranza. Cortan trozos de pollo y cordero. Encienden la estufa y preparan el fuego de asar. Sacan las cervezas. Tuborg elaboradas en Turquía. Algunos ni siquiera abren sus latas. Otros las abren pero no las tocan. Esperan por mí. ¿Cortesía o trampa? Les digo que beberé cuando termine de comer. Con cierto alivio observo que dos de ellos beben (o hacen como que beben) pequeños sorbos. Los otros no. Es todo confuso, pero no puedo quedarme como una estatua toda la noche. Me encomiendo a mi tradicional buena fortuna de viajero y le doy un trago a mi lata. Todos me miran. El perro ladra. El fuego crepita. Suena un teléfono.

Mi corazón da un brinco. ¿Quién puede estar llamando? ¿Será una señal convenida que preludie mi detención? Uno de ellos hace un gesto. Todos callan. Se hace un silencio espeso. Contesta con un tono de voz melifluo, algo cobardón. Al otro lado se oye el rumor de una voz de mujer irritada. Él da explicaciones en persa. El lenguaje de la culpabilidad es universal. Está mintiendo. Su madre le está llamando para saber dónde se ha metido. Asegura que todavía está en el trabajo, que llegará pronto. Cuando cuelga, todos ríen y le palmean la espalda. Doy un largo trago a mi cerveza. El horizonte se ha abierto. A los agentes de servicio nunca los llaman sus madres para preguntar cuándo diablos van a ir a cenar.

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Comentarios

  1. Comentario by Anónimo - abril 24, 2012 11:21 pm

    [...] [...]

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    1. Comentario by anas - abril 26, 2012 08:50 am

      Sensacional relato e imágenes, ilustrativo :)

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    2. Comentario by Comodoro - abril 26, 2012 11:59 am

      ¡Me he quedao pillao!

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    3. Comentario by Kino - abril 26, 2012 01:32 pm

      Frescas espero !

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  2. Comentario by Mauricio - abril 26, 2012 06:39 am

    Excelentes aventuras y muy buenas fotos! Mucha suerte en tu camino.

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  3. Comentario by Juan Recio - abril 26, 2012 06:59 am

    Una gran crónica como es habitual en Miquel Silvestre.

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  4. Comentario by Enrique Cebrian - abril 26, 2012 07:15 am

    Espectacular relato Miquel. Pedazo de experiencia.

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  5. Comentario by Isimac - abril 26, 2012 07:28 am

    Muy bueno el artículo y las fotos. Y aunque que te encomiendas a San Cristobal, patron cristiano de los viajeros, muchos te consideramos apostol de Hermes y Baco.
    Manda narices que la cerveza esté prohibida allí, cuando las evidencias más antiguas de la producción de cerveza (datan de alrededor de 3500 a. C.) fueron halladas en Irán, en el sitio arqueológico de Godin Tepe (coordenadas: 48° 4′ E, 34° 31′ N)
    ¡¡Como mejoraría el mundo si no hubiera ni tantos burócratas ni sacerdotes! Si los gobiernos se dedicaran a gestionar los recursos en vez de imponer ideologías, y la religión no contaminara la vida pública, sino que cada cual creyera lo que quisiera sin imponérselo a los demás.
    Un saludo.

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  6. Comentario by Meritxell - abril 26, 2012 07:36 am

    Sencillamente: genial.

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  7. Comentario by tatin - abril 26, 2012 07:52 am

    genial

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  8. Comentario by Javier Merín - abril 26, 2012 07:53 am

    Otro buen reportaje de Miquel, con su claridad de siempre, sin tapujos. Me alegra saber que en Irán no todo son extremistas religiosos y que hay mucha gente deseando beber cerveza con sus invitados!

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  9. Comentario by Satelite - abril 26, 2012 07:54 am

    Gran relato!

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  10. Comentario by vicente - abril 26, 2012 08:23 am

    Ánimo y esperamos la próxima entrega!

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  11. Comentario by dave koper - abril 26, 2012 08:29 am

    juer, que cronica mas wapa, y mas completa!

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  12. Comentario by raul - abril 26, 2012 08:53 am

    siempre un placer seguir las aventuras y desventuras con el estilo de vivir y escribir de miquel silvestre …. esperando la próxima entrega !!

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  13. Comentario by Maribé - abril 26, 2012 09:02 am

    Da gusto leerte, es como viajar contigo. No solo nos enseñas fotos bellísimas, nos cuentas detalles que nos hacen sentir como si nos estuviéramos comiendo un cocido o saltándonos la ley seca.

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  14. Comentario by jeeee - abril 26, 2012 09:09 am

    Genial como siempre miquel!!

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  15. Comentario by Panasaki - abril 26, 2012 09:12 am

    Maravilloso relato. A Disfrutar de tu pasión.

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    1. Comentario by Danya - mayo 25, 2012 05:25 pm

      The value of the silver alone is about a doallr. Depending on how much wear it shows, it’s worth more than silver value. An example that is fairly worn, with date and all lettering fully readable is worth $3-$5. Showing little wear (facial details and crown details will be very sharp) goes up from $5.A never-circulated dime professionally graded MS64 (six steps below perfect but many steps above the average circulated dime from 1918) sold for $61 on eBay.

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  16. Comentario by CARLOS DOMENECH - abril 26, 2012 09:13 am

    Una manera divertida y diferente de acercarnos la historia que muchos desconociamos hasta que este intrepido viajero-aventurero nos la ha mostrado.

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  17. Comentario by Quikabo - abril 26, 2012 09:17 am

    Francamente bueno !!!

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  18. Comentario by ignasi - abril 26, 2012 09:18 am

    Gran experiencia, sinceramente. Gracias por demostrar que la gente es gente en todos lugares, independientemente de si se llaman Iran o Noruega.

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  19. Comentario by Domingo - abril 26, 2012 09:21 am

    Las triquiñuelas que hay que hacer para tomar una cerveza. Impresionantes paisajes!

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  20. Comentario by Nostromo - abril 26, 2012 09:46 am

    Como siempre, de lo más estimulante ir contigo en la moto… :-)

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  21. Comentario by Acator - abril 26, 2012 09:51 am

    Excelente relato como siempre Miquel…

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  22. Comentario by Francisco Barbeito - abril 26, 2012 10:18 am

    Pues a mi no me ha gustado!! jajajajajaja no que va XD

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  23. Comentario by Skiterskiterio - abril 26, 2012 10:18 am

    Pero que buenos reports haces macho. sigue asi!! GRACIAS!!

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  24. Comentario by Mary Ángeles - abril 26, 2012 10:21 am

    Un gran narrador, mejor persona!!

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  25. Comentario by Javier Peralta - abril 26, 2012 10:24 am

    Fantástico relato Miquel. Tienes la capacidad no sólo de relatar unos hechos o describir unos paisajes, sino de transmitir emociones que es mucho más complicado. Por un momento estaba mentalmente en esa situación, acompañado de un puñado de iraníes aparentemente amigables, pero sintiendo el pánico de una encerrona en un país en el que no dudarían en aplicarían un castigo ejemplar. Algún día, el libro de Asia, no?

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  26. Comentario by SantiFu - abril 26, 2012 10:25 am

    ¡¡¡Buenísimo el relato!!!
    Gracias por dejarnos viajar en el asiento del artillero.

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  27. Comentario by Rafa - abril 26, 2012 10:30 am

    buen articulo!!

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  28. Comentario by Iñaki - abril 26, 2012 10:33 am

    Increíbles relatos a los que nos tienes ya acostumbrados. esas harleys de 250, como aguantan!!

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  29. Comentario by juanrivas - abril 26, 2012 10:33 am

    Miquel, es poco frecuente, pero los “agentes secretos” también tienen madres, jajaja. Un abrazo. Vsss,

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  30. Comentario by Pako Baquerizo - abril 26, 2012 10:39 am

    Gran relato!! Esto si que son grandes experiencias. Muchas mas de 1001!!!

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  31. Comentario by Pau - abril 26, 2012 10:51 am

    Como siempre muy grande!

    A ver si en mi proximo viaje a Armenia (en 15 días) podemos escaparnos i cruzar a Irán. Ya pasarás los contactos!!! hehehehe

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  32. Comentario by Normy - abril 26, 2012 10:57 am

    Buenísimo, todo un placer escaparse contigo a vivir tus aventuras, aunque sea virtualmente y cuando las circunstancias lo permitan, pero maravilloso cuando voy detrás de ti en mi moto….

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  33. Comentario by Juanjo - abril 26, 2012 11:14 am

    Muy buena crónica, seguro que te sentó bien esa barbacoa con ese par de cervecitas.

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  34. Comentario by Sonia Melero - abril 26, 2012 11:17 am

    Genial como todos sus articulos. Gracias por compartir tus vivencias, y tus emociones. Fotos increibles para mi de maticula de honor. !! Sigue escribiendo asi!!

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  35. Comentario by Macyus - abril 26, 2012 11:20 am

    Como siempre y nos tiene acostumbrados el Miquel prefecto sobresaliente, bien contado y bien documentado, da gusto leer a este Miquel un gran SALUDOOO

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  36. Comentario by Martin - abril 26, 2012 11:34 am

    Que tensión en la barbacoa!

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  37. Comentario by Dani Guereñu - abril 26, 2012 11:40 am

    Dejándome disfrutar con tus esfuerzos.

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  38. Comentario by David hdez - abril 26, 2012 11:50 am

    Me encanta big monkey

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  39. Comentario by Roger - abril 26, 2012 11:53 am

    Fantastico, como todo lo que escribe!!!!

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  40. Comentario by Eva Campos - abril 26, 2012 12:02 pm

    Gran relato Miquel, como siempre tus palabras nos llegan muy adentro. Muchos ánimos en tu gran aventura, tigres a montones y un millón de piedras que no te hagan caer…si así fuera, desde aquí te ayudamos a levantarte.

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  41. Comentario by Teverga - abril 26, 2012 12:08 pm

    Tu narrativa consigue hacer viajar desde la pantalla de un ordenador

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  42. Comentario by Basi Bonal - abril 26, 2012 12:08 pm

    Eres muy grande!!

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  43. Comentario by Juan Pedro - abril 26, 2012 12:26 pm

    Sensacional Miquel, en tu línea, un placer leerte.

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  44. Comentario by José María Calvo - abril 26, 2012 01:04 pm

    Bah, vaya tontería …….jjajaja…que no coño, muy bueno Miquel, te seguiré por esta web. Abrazos.

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  45. Comentario by Ruben - abril 26, 2012 01:46 pm

    Otra gran crónica, cada día me gusta mas leer a Miquel Silvestre.

    Responder  
  46. Comentario by RK - abril 26, 2012 01:48 pm

    SMART!

    Responder  
  47. Comentario by RK - abril 26, 2012 01:59 pm

    SMART

    Responder  
  48. Comentario by Pedro - abril 26, 2012 02:08 pm

    Eres un grande Miquel…

    Responder  
  49. Comentario by IE - abril 26, 2012 02:41 pm

    Genial, como siempre….

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  50. Comentario by manu - abril 26, 2012 02:47 pm

    Cada vez que leo algo tuyo me sorprendes mas,sigue asi Miquel!!!!!!!!

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  51. Comentario by Pepe M - abril 26, 2012 03:06 pm

    Narrativa de viajes en estado puro. Muchas gracias por acercarnos tu enfoque del mundo.

    Responder  
  52. Comentario by Arturo - abril 26, 2012 03:59 pm

    Como siempre fantastico. Felicidades tio.

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  53. Comentario by Teresa - abril 26, 2012 04:06 pm

    Miquel, cada dia te admiro mas…..nunca me gusto la historia con fechas y detalles……y tu me la cuentas con esta soltura que se hace amena, divertida…….y ademas con tal destreza que se hace multidimensional…..yo me traslado al lugar y al igual que tu, sufro y vivo tus eventos. Te sigo y me apasionas….jejejeje en el buen sentido jeje!!!

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  54. Comentario by juanita narboni - abril 26, 2012 04:12 pm

    tienen pinta de estar calientes,no?

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  55. Comentario by LuisGato - abril 26, 2012 04:46 pm

    Como siempre, muy buena crónica y fotos. Así da gusto…
    Quedamos a la espera de la próxima

    Responder  
  56. Comentario by Miguel Ángel Morillas - abril 26, 2012 06:12 pm

    Cojonudo, machote, como siempre. Gracias por hacernos sentir que estamos allí, viviendo esas experiencias a través de tu viva y honesta pluma.

    Responder  
  57. Comentario by Alberto Morillo Tortosa - abril 26, 2012 06:59 pm

    El conjunto de imágenes y texto,te transportan…parece que estemos a tu lado mientras lo describes,un placer volver a leerte y disfrutar estas grandes imágenes..
    Ese cocido tiene pinta de ser un pelín fuerte…en las últimas frases del relato se hace un nudo en la garganta….joé que mal se pasa….gracias por todo y ansioso de que llegue el siguiente.
    Un saludo compi.

    Responder  
  58. Comentario by Enrique - abril 26, 2012 09:06 pm

    Muy bueno el reportaje

    Responder  
  59. Comentario by enrique costas - abril 26, 2012 09:07 pm

    Esta historia me retrotrae a otros momentos y situaciones similares, la fotos son un recordatorio constante en la retina de paisajes familiares, pero es que además la forma de contarlo (y eso es merito exclusivo suyo) te hace participar del momento y de la situación como si fueras de paquete con él

    Responder  
  60. Comentario by Motoenvena - abril 26, 2012 09:47 pm

    Miquel, por momentos me he teletransportado a esas tierras, he hablado con sus gentes, he visto su paisaje y he sentido tu miedo, FANTASTICO.

    Responder  
  61. Comentario by anxo - abril 26, 2012 11:35 pm

    Enoooooorme!

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  62. Comentario by Pepe - abril 27, 2012 03:55 pm

    Todavía estoy flipando! Y con el corazón en un puño…

    Responder  
  63. Comentario by Edmundo Deantes - abril 27, 2012 08:37 pm

    Muy grande, un explorador de los de antes.

    Responder  
  64. Comentario by Cruzando Mauritania durante la crisis de los secuestros - mayo 07, 2012 09:34 am

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  65. Comentario by En globo sobre Segovia - mayo 21, 2012 09:31 am

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