Experiencias extremas

Diez temas de neurofunk para volarte el cerebro

(Aviso: si no tienes un equipo de sonido o auriculares con buena frecuencia de respuesta en bajos, leer esto no tiene sentido)

Puede que muchos de ustedes no hayan oído hablar nunca del neurofunk, y puede que eso sea una buena señal en lo que se refiere a su salud mental. El neurofunk, o simplemente neuro, es uno de los subgéneros más locos del drum & bass, una de las puntas de lanza de la vanguardia de la música electrónica, y un género cuyos mayores productores tienen un elemento en común: están muy malitos.

La cosa nació allá por 1997, cuando en el Reino Unido convivían muchos de los géneros que a día de hoy mantienen viva y renovándose a la música electrónica. El jungle estaba dejando de ser jungle para convertirse en drum&bass. El UK Garage estaba a punto de explotar definitivamente al mercado mainstream mundial (muriendo, por supuesto, en el intento). El sonido sci-fi, disonante e industrial del techstep estaba empezando a mezclarse con influencias del jazz, del techno y de la sincopación enfermiza del funk.

Y entonces apareció de nuevo Ed Rush, una de las mentes más brillantes de la música inglesa. Era febrero de 1998. Él y Optical editaron en V Recordings el tema Funktion, considerado pilar fundamental del neuro, en el que por primera vez los backbeats se imponen sobre los breaks de funk clásico usados tradicionalmente en el jungle. La cara b del single, por cierto, se titulaba El almuerzo desnudo.

Las líneas de bajo a tope se mezclan con esquizofrénicas series de stabs disonantes que recuerdan mucho a ciertos movimientos del free jazz cuyas raíces resuelven también hacia los setenta. Miles Davis con bandana y todo eso.
El género necesitó casi diez años después de estos primeros intentos para evolucionar. Fue entre 2007 y 2008 cuando un puñado de productores lanzaron álbumes para poner al día la producción neuro, una de sus señas de identidad; no en vano el drum&bass es considerado el género más difícil de producir técnicamente.

Hechas las presentaciones, vamos a oír música.

1. The Upbeats – Nobody’s out there (2007): los neozelandeses Jeremy Glenn y Dylan Jones fueron uno de esos grupos pioneros en revolucionar el neurofunk cuando editaron este tema en Bad Taste Recordings, a día de hoy aún uno de los sellos imprescindibles del género. Vocales bañadas en delay y atmósferas envolventes para un sonido más íntimo y menos violento que el del neuro habitual.

2. Gridlok – Fifth Dimension (2006): una explosión de adrenalina, una película de horror a toda velocidad en tu mente. Rides explotando sin parar, distorsión over 9000, y una apuesta clara por combinar con sonidos del jazz de las big bands con esos arreglos de vientos orquestales en medio de la orgía de sangre musical.

3. Audio – Headroom (2012): también desde el Reino Unido, el productor Gareth Greenall recogió el testigo de Gridlok y lo trajo al presente —o al futuro— en su álbum Soulmagnet, editado en Virus Recordings, otro de los imprescindibles. En esta canción brilla también otro de los elementos fundamentales en algunos productores de neuro: las citas de películas de ciencia ficción de serie b, o z, o la letra que haga falta.

4. Phace & Misanthrop – From Deep Space (2010): Phace es uno de los productores más relevantes de la segunda ola de productores de neuro. Editando más o menos regularme desde 2005 en Subtitles Music, el álbum From Deep Space le coloca como uno de los genios del drum&bass más minimalista. Destacan en este tema los fantásticos samples disonantes de jazz que convierten la canción en un viaje onírico.

5. Future Signal – Claymore: un ejemplo de producción obsesivamente perfeccionada del trío londinense Future Signal. También forma parte del catálogo de Subtitles Music, por lo que el minimalismo y los grooves endiablados vienen de serie.

6. Calyx & TeeBee – We become one (2012): aunque quizá sería mejor hablar de Calyx y de TeeBee por separado, he escogido este tema del álbum All or nothing, editado en RAM Records, porque no puede hablarse de un género de música electrónica nacido en el Reino Unido y no hablar del papel de los MCs. En este caso, los productores cuentan con la colaboración de Foreign Beggars, los mochileros favoritos de tu mochilero favorito. Y lo bien que suena. No dejen de escuchar el álbum entero, porque hace una retrospectiva amplísima sobre mucho de los diferentes enfoques conceptuales del neurofunk. Un buen disco para iniciarse en el género.

7. Billain – Boogie (2013): y como no todo iba a ser Reino Unido, nos damos un paseo hasta Sarajevo para escuchar a Billain, una de las mentes privilegiadas del neurofunk y, cómo no, superestrella actual de Bad Taste Recordings. Además, algunos de los sonidos de sus líneas de bajo parten originalmente de grabaciones de ronroneos de su gato. ¿Quién no querría escuchar eso?

8. Break feat. Kyo – Hold On (2010): un tema en el que el drum&bass y el jazz se hacen el amor mutuamente y Kyo canta por encima para redondear la jugada. Un disco —Resistance— en el que la violencia desatada del neuro flirtea y juega con los sonidos melódicos y las atmósferas orgánicas del liquid drum&bass. Y qué bien suena, también.

9. Octane & DLR – Murmur (2012): es difícil explicar la experiencia de escuchar a Octane & DLR. Probablemente uno de los proyectos de producción más vanguardistas que haya dado nunca la música electrónica. Técnicamente perfeccionado hasta la náusea y lleno de puro funk. La estructura de pregunta-respuesta es retorcida una y otra vez a lo largo de todo el álbum Method in the madness, que en realidad es un título magnífico como metáfora del género completo.

10. Telemetrik – My Lightyear (2008): considerado ya como un clásico del drum&bass, este álbum de Telemetrik indaga en percepciones musicales más melódicas, con armonías más trabajadas, por encima de la violencia inminente de una línea de bajo que te apuñala cada cuarenta milisegundos. O no. Descúbranlo ustedes mismos.

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Comentarios

  1. Comentario by El Punk en diez discos, la rabia que sigue viva - 1001 Experiencias - Men Expert de L'Oréal - octubre 14, 2013 12:29 pm

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  2. Comentario by Jorge - noviembre 27, 2013 10:53 am

    Me parece un artículo de la hostia. Exactamente lo que necesita una persona que esta empezando a investigar el Neurofunk como es mi caso. Gracias. Me parece un artículo de la hostia.

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