Dadle al play al vídeo de aquí encima y echadle un vistazo, así me dais algo de tiempo para que me recupere del ataque de risa que me ha entrado. Es que el nuevo Kinect es muy épico. Es tan cojonudo que si estás jugando al NBA 2K14 y te da por insultar en voz alta te puede pasar lo que al tipo del vídeo: falta técnica por lenguaje inapropiado. Catacrocker.

Ahora lo veo claro: esta es la razón por la que Microsoft se ha empeñado en vendernos su Xbox One con Kinect, AKA el hermano casero de HAL, sin ofrecer alternativa. La compañía le prometió a los desarrolladores que todos los compradores de su nueva consola tendrían su propio Kinect para evitar situaciones embarazosas (como que nadie lo tenga, por decir algo) y estos han respondido a la perfección.

Han respondido de forma tan jodidamente gloriosa que si lo tienes activado mientras juegas al NBA 2K14 resulta que no puedes blasfemar a lo loco en tu propia casa. EN TU PROPIA CASA. ¿No queríais realismo? Pues tomad veinticinco tazas. Yo lo que quiero, y vuelvo a repetir lo que dije la semana pasada, es poder pedirle a voces una pizza a la consola. A mí dejadme de realismo en partidos de baloncesto.

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