Experiencias inolvidables

Kim Cattrall and the city

Hay mitos de muchos tipos: de las cavernas, eróticos, intelectuales… Algunos, como ídolos del pasado, tienen pies de barro. Otros, crecen en esplendor si tienes la oportunidad de conocerlos. Es lo que me ocurrió hace unos días con Kim Cattrall, la célebre Samantha, de Sexo en Nueva York. Compartimos hotel, mesa y mantel, confidencias, coche y hasta una persecución de paparazzi. ¿Dónde? En Berlín, esa ciudad que por sí sola, además de un plató de excepción para la escena cultural, es todo un mito underground.

Germán
Germán Jiménez es periodista y consultor para marcas de estilo de vida. Viajar es su gran pasión y el lugar más fácil para encontrarle es alguna de las terminales de Barajas. Un trotamundos en busca de placeres irrepetibles y experiencias que trasciendan el mero hecho de viajar para acumular millas. Colabora con las principales cabeceras de estilo de vida y está escribiendo una guía de viajes. En breve podrás seguir sus andanzas en su web.

Unidos por la cultura en Berlín

Escribir sobre la capital alemana para hablar de cultura y no de economía parece un relato de ciencia ficción. Pero lo cierto es que más allá de primas arriesgadas, “cancilleras” enrocadas y rescates que más parecen un hundimiento, Berlín es una capital donde el arte y el librepensamiento bullen con energía. Por ese motivo, el agitador cultural Pablo Ganguli eligió la ciudad del Spree como sede de su nuevo festival Liberatum. Desde esta plataforma cultural, Ganguli celebra cada cierto tiempo simposios en los que creadores de las más diversas disciplinas se reúnen para compartir conocimiento y ampliar las miras que otros quieren estrechar.

En esta ocasión, el cartel estaba compuesto nada más y nada menos que por el director Stephen Frears, la mítica modelo Carmen Dell´Orefice, el actor James Franco, la increíble Marianne Faithfull, el célebre realizador de vídeos musicales Jonas Akerlund y el premio nobel Wole Soyinka. Junto a ellos, la protagonista de este relato: Kim Cattrall. La presencia española estuvo a cargo de Rossy de Palma.

Durante este maratón cultural de 48 horas Soho House Berlín se convirtió en la sede temporal de Liberatum. Y, sus nuevos apartamentos nos dieron cobijo.

Por amor al arte

Además de asistir a las charlas impartidas por estos grandes nombres tengo la posibilidad de intimar un poco con ellos en las distintas escapadas programadas por la ciudad. La visita a la galería Sammlung-Boros (en la imagen), un antiguo bunker reconvertido en un impresionante espacio expositivo, es uno de los momentos más esperados.

Un problema de logística con los transfers hace que algunos de nosotros no podamos salir de inmediato. A veces, el destino hace los errores ajenos oportunidades para ti. De uno de los gigantescos Range Rover que tenemos como coche de cortesía asoma la cabellera rubia de Kim Cattrall. Una voz con tono sexy pero firme dice: “aquí hay sitio. Pero tiene que ser alguien con el culo pequeño”. De repente me señala a mí. ¿Soy el elegido?, pregunto.

Subo al coche entre las carcajadas de todos los que están allí. Un incidente con su cinturón de seguridad y el mío provoca otro comentario subido de tono… ¿Es Kim Cattrall haciendo de Samantha? ¿Dónde está la cámara oculta?

A solas con Kim

Poco después de abandonar Soho House me doy cuenta que la persona y el personaje sólo comparten una hermosa fachada; natural y con pocos retoques. Me pregunta de dónde soy. España es un lugar que conoce bien. Inevitablemente la situación por la que atraviesa el país se apodera de la conversación. Empezamos a charlar sobre cómo esta crisis mundial nos afecta a nivel global e individual. Se muestra combativa y audaz.

Recuerda que hace poco visitó un local de monólogos en Brooklin y salió espantada. Uno de los humoristas estuvo toda una hora haciendo chistes machistas y contra las mujeres. “¿Cómo puede eso hacerle gracia a alguien hoy día? Fue repugnante ver como le daban un micrófono a alguien que lo único que hacía era a atacar a las mujeres. ¡Y lo peor es que el público, tanto masculino como femenino, le reía las gracias! No pude resistirlo y me marché. ¿Cómo puede ser que el mundo se desmorone bajo nuestros pies y haya cosas que no cambian nunca?”

Habla con sentimiento y energía. “En Hollywood pasa algo similar. Es terrible ver cómo a partir de los treinta años las mujeres somos relegadas a papeles secundarios. ¿Qué pasa con todo el talento de mujeres que tienen más de cuarenta y cincuenta años? Uno de sus nuevos proyectos está encaminado a paliar esta situación. “Voy a crear una productora para dar trabajo a mujeres de mi edad y hacer series y películas sobre los temas que nos interesan. Para mí es difícil ir al cine; salvo contadas excepciones, no se estrenan historias que me interesen”.

Resulta magnética en cualquier registro. Logra, sin esfuerzo, captar toda la atención. Tablas y naturalidad a partes iguales: una mezcla irresistible. Seguimos hablando de sus nuevos proyectos, de la huella que dejó en su carrera Sex and the City, de su poco aireado éxito en teatro…

Marchando una de paparazzi

De repente, el copiloto (su hombre de seguridad) nos alerta de que estamos siendo seguidos por varios paparazzi. Su semblante cambia y se tensa. “No puedes moverte sin que te sigan. No tienes intimidad, nunca estás libre”, dice resignada. Parece sorprendida por que su visita privada a la ciudad haya saltado tan rápido a los medios. Intenta obviar lo que ocurre fuera del coche y seguimos hablando. Yo no puedo obviarlo.

Mi absoluta falta de práctica en persecuciones de paparazzi hace que tenga el 50% de mi atención en seguir la conversación y el otro 50% en pensar que “nos” siguen. Bueno, quizá el reparto de mi atención no sea tan equitativo, pero es que lo que pasa dentro del coche y lo que ocurre fuera de él me resulta tan surreal como increíble.

Entre repentinos adelantamientos y algún que otro brusco frenazo llegamos a nuestro destino. Damos algunas vueltas para que los invitados de los coches que nos preceden bajen y Kim no tenga que esperar. Es importante evitar el asedio. Aún así, en el momento de bajar del coche varias cámaras de televisión y reporteros gráficos la esperan. El conductor, su guardaespaldas y su asistente la rodean para facilitarle el acceso a la galería. Los escasos 50 metros que nos separan de la entrada se hacen largos. Preguntas como ráfagas, algún que otro tropiezo, objetivos que se cuelan por cualquier rincón. Yo me veo envuelto en esa maraña y no salgo de mi asombro. El que está en la imagen, detrás de ella (con chaqueta de cuadros), soy yo. Y mi cara, un poema…

Una tarde de lujo (intelectual)

Tras la visitar a la exposición volvemos al hotel. La tarde depara encuentros increíbles. La charla de Kim Cattrall atrae todas las miradas. Seguidamente, el cáustico Stephen Frears habla, sin pelos en la lengua, del mundo del cine y de cómo se pueden hacer buenas películas sin ser un director maldito. Por último, la gran Carmen Dell´Orefice deja el listón bien alto a los participantes del día siguiente. Su vida, oída de sus labios de leyenda, es un ejemplo de superación. De patito feo a primera top model del mundo. De chica enfermiza y desgarbada a musa de diseñadores y fotógrafos. De multimillonaria a tener lo justo para vivir. A sus 81 años, este icono con pies de plomo, es tan bella como sabia. Un documental sobre su historia verá pronto la luz.

Poco después, la cena que tiene lugar en Soho House reúne a lo más granado de la sociedad berlinesa. Un banquete cultural por todo lo alto con un anfitrión de primera: Nick Jones, el fundador de Soho House. Durante la velada hago todo lo posible por convencer a Ganguli (en la imagen con Carme Dell´Orefice) de que España tiene que ser el próximo lugar elegido por Liberatum. Crucemos los dedos…

Tras los postres, Kim se retira. Su vuelo sale muy temprano al día siguiente. Nos despedimos con un beso y un mutuo “fue un placer conocerte”. ¿Volveremos a vernos?

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