Experiencias inolvidables

Peregrino por la Vía Francígena: de Canterbury a Calais

Camino North Downs Way a través de la Vía FrancígenaObjetivo: cumplir los 40 en Roma tras andar 2.149 kilómetros a pie desde Canterbury en Inglaterra hasta Roma a través de la Vía Francígena. Sobra decir que el Canal de La Mancha no se atraviesa a pie por cuestiones físicas y la ley de la gravedad. Y en esas he salido desde la misma Catedral de Canterbury en un viaje no extremadamente lejano pero sí solitario en la poblada Europa.

¿Pero qué es la Vía Francígena? Resulta ser la gran autopista de Europa, desde una temprana Edad Media en la que un tal Sigerico, que con 40 años fue nombrado Obispo, hizo que sus sandalias le llevasen desde Canterbury, ciudad en la que residía, hasta Roma. Mientras unos dan la vuelta al mundo en 80 días, Sigerico llevó a cabo su camino en otros 80 días, de los del año 990. Unos 20kms por jornada que es la media de kilómetros propuesta en mi caso.

Raúl Santiago Goñi es periodista. Por el mundo se le conoce por sus aventuras laborales: diseñador de periódicos en el Caribe, redactor de proyectos de cooperación internacional, profesor de adolescentes y de universitarios en diferentes Universidades españolas y Latinoamericanas, creador de proyectos web y community manager… Por las redes se le conoce como MOVIMIENTO LÍQUIDO, el que es su último pero no definitivo proyecto viajero. Podéis encontrarle en twitter como @movliquido

Frío y soledad en la Catedral de Canterbury

Nadie me dio una palmadita en la espalda cuando pedí la credencial sellada en Canterbury. El único ánimo fue el desayuno que mis hospitalarias amigas neozelandesas que conocí a través el Couchsurfing, me proporcionaron esa mañana tras dejarme dormir en su casa y cenar con su barbacoa. Ese ha sido también el inicio de mi experiencia en el Couchsurfing. Tengo la impresión de que esta peregrinación ha de ser de personas y no de paisajes.

La mañana fría en Canterbury, incluso en el interior de la misma Catedral de la que en el año 990 partió el Arzobispo Sigerico, quien es históricamente el punto de referencia de la Vía Francígena por haber hecho el camino y haber anotado cada etapa a su regreso desde Roma, también andando. La ruta la he hecho también a pie, sin GPS y con apenas una guía de la mitad del camino comprada en una de las más prestigiosas librerías de viajes de Londres. Pero sé que algo me guía en el camino, más allá de mapas y libros incorrectos o desfasados.

Punto de inicio de la Vía Francígena en Canterbury

Conmigo dos mochilas, pesadas. La principal de 70 litros, un error a la hora de comprarla, primero por su peso intrínseco debido a su estructura y segundo a mayor capacidad mayor potencialidad de peso. Sin embargo resulta cómoda en anclajes. Y la segunda mochila, la más necesaria. Una auxiliar de 18 litros que llevo delante de mí y que ha de resultar mi oficina andante. Cámara de fotos, de vídeos, libros, cuadernos de viaje… Y poca preparación física y mucha motivación mental y espiritual.

La primera etapa ha resultado de lo más entretenida a lo largo de una campiña inglesa más propia de postales o de películas. Llenas de animales, zorros, ardillas, conejos, como si la Oficina de Turismo británica las poblara para amenizar el paso de los peregrinos. Del peregrino, más exactamente. Porque no he llegado a ver a nadie en el camino.

Catedral de Canterbury

La señalización más que correcta; británica. La primera etapa de la Vía Francígena está indicada a través de la “North Downs Way”, una vía que recorre de norte a sur la principal isla británica. El camino está limpio, claro y bien señalizado incluso en los campos de cereales en los que se evita sembrar justo en el tramo de la Vía Francígena. Y llegar a Dover tras 8 horas andando, ha sido un ensueño. Lástima que los polígonos industriales a la entrada de Dover han roto de alguna manera el espíritu bucólico del resto de la etapa. Pero el Castillo de Dover, hermano pequeño del de Edimburgo, vigila la costa y da cobijo a los peregrinos. Aunque yo preferí dormir en casa de mi segundo anfitrión del Couchsurfing, una encantadora mujer llamada Annie, de 50 años y su perro pastor alemán. Con ellos fui a pasear por el Muelle de Dover tras cenar al finalizar mi primera etapa.

Vía Francígena por los campos de Inglaterra

De Dover al mar

A la mañana siguiente, sin problemas, atravesé la ciudad hasta llegar a la Iglesia de Saint Mary donde unos incrédulos pastores protestantes me sellaron la credencial cumpliendo así la tradición que va más allá de ser un mero coleccionista de sellos. El puerto de Dover no se encuentra lejos del centro por lo que no tuve que tomar medio de transporte alguno para llegar a embarcarme en el ferry que me llevó a Francia. Y tanto la entrada como la amabilidad son notables. No así el precio: 33 libras esterlinas que pagué religiosamente como cualquier pasajero, por no haber usado mi pericia de peregrino. Y es que los peregrinos de la Francígena, con credencial, sólo pagan 3 libras.

La experiencia en el ferry de nombre Pride of Burgundy resulta llena de aprendizaje del ser humano y de su variedad. Y es el único elemento de distracción del fabuloso paisaje que se ve a lo lejos, los cliffs o acantilados blancos de las Islas Británicas que poco a poco desaparecen hasta ver llegar los puertos industriales de Dunquerque y de Calais, lugar del final de mis dos primeras etapas de esta Vía Francígena. Llueve, como era de esperar.

Entrada al puerto de Dover

La ruta de la Vía Francígena

La ruta hoy día no está ciertamente acondicionada en su totalidad. Cada tramo de la Vía Francígena está a merced de los intereses turísticos y por ende económicos de las regiones por las que pasa tanto de Francia, Suiza e Italia.
Mapa general de la ruta de la Vía FrancígenaAsí por ejemplo en Francia, cada región es la que se encarga de señalizar cada tramo de la Vía. Esto hace que resulte dificultoso encontrar el camino. Asimismo, si bien existen algunos libros sobre el recorrido, prácticamente ninguno la recorre en su totalidad. Ni siquiera hay un mapa completo. Sólo Italia es el país que más se ha preocupado por recuperar la vía en los últimos años. Esto ha hecho que tal y como ocurre con el Camino de Santiago, sólo se considere la Vía desde la parte italiana, desde el Valle de Aosta. Como el Camino de Santiago se considera casi sólo desde los Pirineos, en su parte española.Sin embargo Suiza, como parte de su famosa red de caminos “Suisse Mobile” aprovecha su ruta 70 como tránsito de la Vía Francígena.

En el ferry camino a Francia

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Comentarios

  1. Comentario by jose carlos - septiembre 25, 2012 12:59 pm

    Me gusta mucho el viaje de ruta es diferente y tengo que decir que yo hice el camino de santiago frances 750 km y el camino del norte 850 aunque el segundo es un poco mas caro pero igual de bonito. Te mando un saludo y enhorabuena campeon. Agur

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  2. Comentario by Laura - septiembre 28, 2012 06:39 pm

    Eres mi heroe!!! Más de 200kms andando…buafff
    Sigue escribiendo a lo mejor algun dia nos animamos.

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  3. Comentario by Peregrino por la Vía Francígena: de Calais a Amettes entre la niebla - octubre 08, 2012 04:01 pm

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  4. Comentario by CarWarez » Peregrino por la Vía Francígena 3: a Reims entre tumbas de soldados - octubre 29, 2012 11:06 am

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