Experiencias míticas

James Bond, licencia para matar, no para saltarse semáforos

Si hay un personaje en el mundo del cine, los héroes y los supervillanos que guarda una especial relación con su coche ese es James Bond, sin ánimo de ofender a Batman y a su querido amigo Robin. El agente 007 convirtió en oro todo aquello que condujo, y desde James Bond contra Goldfinger (1964) los responsables de la franquicia se dieron cuenta de que resultaría tremendamente positivo asociar un modelo a cada film, actor y localización.

El coche no será sólo una joya que mostrar en la gran pantalla como reclamo publicitario sino que se convierte en una seña de identidad del estilo británico. Bond, siempre guardando la compostura, ve su personalidad representada en el garaje de vehículos que ha disfrutado.

Así, desde James Bond contra Goldfinger, donde Sean Connery lucha contra un importante traficante de droga, se introducen los vehículos especialmente modificados para 007. Es Q, el máximo responsable del departamento de desarrollo tecnológico del servicio secreto británico, quien se encarga de presentar todos los gadgets de cada modelo y/o herramienta.

Aunque el agente 007 ya había conducido distintos deportivos de gran importancia en la historia de del automóvil (como el Toyota 2000GT, primer superdeportivo nipón que hubo que adaptar al tamaño de Connery) fue a partir de 1964 cuando entabló una relación más fuerte. Obviamente, cuando pensaron en un coche británico que luciera con gracia, estilo y deportividad a la vez Aston Martin fue la figura que apareció en primer lugar.

Aston Martin DB5

El Aston Martin DB5 se convirtió en un auténtico éxito gracias en buena parte a su participación en James Bond contra Goldfinger. A su inconfundible figura le añadieron un sistema de lanzador de misiles controlados por radar desde el interior para llevar con ganas los atascos de Londres. La productora compró entonces tres modelos, uno para los efectos especiales, otro para lucir los gadgets y el último para deleitarnos en persecución. El de los gadgets, por cierto, fue subastado por cerca de 4 millones de euros.

Lotus Esprit

En La espía que me amó (1977) Bond dejaría de lado brevemente su clásico para mostrar al mundo un deportivo que recogía las características del mercado de los años 70 a la perfección. Se utilizó también para reforzar la figura y el cambio de actor, ya con Roger Moore al cargo. Con un diseño basado en líneas rectas que buscan una resistencia aerodinámica nula el Lotus Espirit continuaba con el gran papel de los coches británicas explotando el carácter deportivo más que nunca.

Éste es recordado por ser el protagonista de una de las escenas más complicadas que rodaron en la época al convertir una unidad del Lotus en un submarino. Decenas de personas tuvieron que aprender a trabajar bajo el agua para conseguir el efecto deseado.

Aston Martin Vantage

Despidiendo la figura de Roger Moore y presentando a Timothy Dalton, Alta tensión volvió a sus orígenes y Aston Martin fue de nuevo la elegida. Esta vez el DB5 parecía demasiado “clásico” y tradicional por lo que el protagonista sería el Aston Martin Vantage, uno de los coches británicos de apariencia más musculosa. Contó con rayos láser por doquier y esquíes en los laterales para dar más gracia a la persecución sobre hielo que a punto estuvo de costar una desgracia un par de veces. Y es que el hielo por el que se movían los especialistas llegó a ceder en varias ocasiones.

BMW Z3

Con la llegada de Pierce Brosnan al papel de agente 007 los productores quisieron darle una nueva imagen y renovar por completo su garaje. En Golden Eye Bond conduce su Aston Martin DB5 original durante las primeras escenas pero pronto lo sustituye por un coche alemán. BMW hizo un product placement épico al llegar a un acuerdo con la productora para mostrar por primera vez al mundo su BMW Z3 en la película. De hecho fue uno de los vehículos menos modificados ya que lo que se viera en el film tenía que ser lo más fiel posible a la realidad.

Las ya conocidas líneas del roadster bávaro llegaron al público con James Bond al volante y, sea cual sea la razón, lo cierto es que BMW recogió unos cuantos sacos de esos que tienen el símbolo del dolar pintado.

BMW 750iL

Siguiendo con Pierce y el acuerdo con BMW, el BMW 750iL tuvo su momento de gloria en El mañana nunca muere. Con un puñado de unidades donadas por la marca fue el protagonista de una persecución nunca vista. En 1997 la telefonía móvil ya había despegado y Ericsson tuvo el placer de adelantar lo que los teléfonos harían en el futuro. 007 condujo a través de su móvil el enorme BMW gracias a unas cámaras instaladas en el frontal del vehículo. Y era real, más o menos, el coche era conducido por el piloto gracias a unas pantallas instaladas en la parte trasera pues el volante y demás instrumentos fueron trasladados detrás de los asientos delanteros para dar la sensación de no haber conductor.

BMW Z8

Para acabar la época alemana en El mundo nunca es suficiente Bond vuelve a las andadas dejando los bastos y enormes coches como el 750. Si el Z3 había sido un exitazo, ¿qué pasaría si apostaban por lo mismo pero elevado a su máxima potencia? El BMW Z8 era un auténtico espectáculo del que tuvieron hasta 16 réplicas para distintas labores, como por ejemplo ser cortado en dos mitades…

Aston Martin Vanquish

Volviendo a los orígenes Muere otro día estrenó la imagen del impactante Aston Martin Vanquish. Elegante, potente y tremendamente atractivo. Volvió a hacer que el público hablara del coche de James Bond, que soñara con conducirlo por alguna carretera del sur de Francia. Un rodaje terrible sobre el hielo, una persecución por el interior de un palacio helado y la aparición por primera vez de gadgets en el vehículo del villano marcaron la despedida de Pierce.

Desde entonces Daniel Craig encarna el personaje de James Bond, aunque hasta el momento ha sido fiel a los Aston Martin continuando con el legado de estilo inglés que tanto gusta a sus fans, desde el DB5 tradicional al DB9 o el DBS, pura emoción sobre cuatro ruedas.

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Comentarios

  1. Comentario by Ice - junio 02, 2013 12:35 pm

    Hay un pequeño error en el texto, no es Lotus Espirit sino Esprit. Casualmente yo también estuve conociéndolo mucho tiempo por espirit hasta que el gran turismo me saco de mi error… ;)

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    1. Comentario by Carlos Domínguez - junio 02, 2013 06:54 pm

      Más razón que un santo. Aunque me duele en el alma, ya creía que por fin, tras varias centenas de miles de errores, los británicos se habían rendido y admitido que tiene lógica poner una E delante de sus palabras que empiecen por S :P

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  2. Comentario by Moda para hombres: encandilados con David Gandy | expoarticulo - junio 03, 2013 09:38 pm

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  3. Comentario by Moda para hombres: encandilados con David Gandy | suenarticulo - junio 03, 2013 10:23 pm

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