Experiencias míticas

La noche mágica de Kaká en Old Trafford

En diciembre de 2007, la revista France Football hacía público que el brasileño Ricardo Izecson dos Santos Leite, más conocido como Kaká, era el ganador del Balón de Oro como mejor futbolista del año. Era aquella una época de cierto vacío en la élite del balompié, con Zidane retirado, Ronaldo Nazario casi, Ronaldinho prematuramente dimitido, Cristiano Ronaldo explotando y Messi asentándose en el primer equipo azulgrana. Así las cosas, Kaká se impuso con claridad en la votación con 444 votos, frente a los 277 de Cristiano Ronado y 255 de Messi.

Mucha culpa de la victoria de Kaká la tuvo la Liga de Campeones 2006/07, ganada por el Milan en la final de la revancha frente al Liverpool. El futbolista brasileño brilló durante toda la competición, pero hubo una noche especial, mágica. Sucedió el 24 de abril de 2007 y el escenario fue Old Trafford, el mítico Teatro de los Sueños.

Jugando de segundo delantero, Kaká era el futbolista desequilibrante de aquel Milan de Carlo Ancelotti. Unos metros más atrás, era Pirlo el encargado de iniciar el juego rossonero. Completaban el centro del campo el incombustible Seedorf y los infatigables Gattuso y Ambrosini, encargados de hacer el trabajo sucio para permitir el brillo de sus compañeros de medular. En la punta se alternaban el joven Alberto Gilardino y Filippo Inzaghi, especialista durante toda su carrera en el difícil arte de vivir al borde del fuera de juego.

Lejos del Inter en la Serie A, la Champions era la tabla de salvación para el Milan 2006/07. En cuartos de final habían eliminado al Bayern, con un 0-2 en el partido de vuelta en el Olímpico de Múnich. En semifinales esperaba un Manchester United donde un juvenil Cristiano Ronaldo compartía galones con Rooney, mientras Ryan Giggs y Paul Scholes iniciaban su lentísimo y aún hoy inacabado declive.

El partido se rompió en apenas cinco minutos, los que tardó la cabeza de Cristiano Ronaldo en rematar un córner botado por Giggs. La salida deficiente de Dida hizo el resto. Fue entonces cuando Kaká cogió el mando. A los 22 minutos se coló en el área con un cambio de ritmo en tres zancadas de esos que hicieron célebre al mejor Kaká y superó a Van der Saar con un disparo cruzado. Un cuarto de hora más tarde, Kaká marcó el que él mismo ha calificado como su mejor gol en la competición. El brasileño peleó con la cabeza un balón en la banda izquierda con el pelirrojo Fletcher, saliendo vencedor del envite. Fue Heinze el siguiente en salirle al paso, a lo que Kaká respondió con un autopase en forma de sombrero. El balón quedó botando en la frontal del área y Evra y el propio Heinze cayeron como lobos sobre él, pero Kaká metió la cabeza y se adelantó a los defensas del United, que chocaron entre sí mientras el brasileño se llevaba la pelota controlada. Heinze acabó por los suelos y Evra fue testigo de excepción del golazo.

El primer tiempo fue un recital del Milan, con un Kaká portentoso. Tras el descanso, el equipo inglés respondió con rabia y Rooney dio la vuelta al marcador con dos goles, estableciendo el definitivo 3-2. De Old Trafford salió el Milan con una derrota por la mínima, pero fue allí donde comenzó a cimentar su séptima Copa de Europa; fue allí donde Kaká ganó medio Balón de Oro. En la vuelta, jugada en San Siro, el Milan no dio opción al United. Kaká marcó en el minuto 11 el gol que clasificaba al club italiano. Seedorf y Gilardino redondearon el 3-0, un resultado concluyente.

En la final, el Milan se encontró con el Liverpool, como había sucedido dos años antes. En 2005 el Milan había dejado escapar una cómoda ventaja de 3-0 en el descanso. El Liverpool de Benítez terminó empatando el partido y venciendo en la tanda de penaltis. En 2007 aún estaban muchos de los milanistas que habían perdido aquella final: Dida, Maldini, Nesta, Gattuso, Pirlo, Seedorf. También Kaká. Repetían muchos protagonistas, pero en Milán no estaban dispuestos a repetir desarrollo. Dos años más tarde, el Milan consumó la revancha, con dos goles de Inzaghi, que hicieron inútil el postrero tanto de Kuyt. El club italiano ganaba la Champions, última hasta hoy, con Kaká como estrella y máximo goleador del torneo con 10 tantos.

Seis años después, Kaká vuelve a Old Trafford. La situación es completamente diferente. El mediapunta brasileño ya no es la gran estrella mundial de 2007, sino un jugador amortizado que apenas ha jugado durante la temporada y al que el Madrid quiso buscar salida en enero. Ni siquiera parece probable que Mourinho lo alinée como titular. Sin embargo, en los últimos partidos ha disfrutado de minutos y Kaká ha respondido con ligeros detalles. Nada espectacular, pero detalles ilusionantes. Kaká regresa a Old Trafford y el Madrid necesita un buen resultado. Quién sabe, por soñar que no quede.

Foto | dailymail.co.uk
En 1001 Experiencias | El futuro se llama Isco
En 1001 Experiencias | Ronaldo Nazario en siete goles

Comentarios

  1. Comentario by Modric vino para esto - marzo 07, 2013 02:09 pm

    [...] lesionado Di María y Mourinho había recurrido a Kaká, quizás con la esperanza de que reanudara su idilio con Old Trafford, quizás apostando, más que al manido espíritu de Juanito, al del Cid, que ganaba batallas [...]

    Responder  
  2. Comentario by La gran noche europea del Deportivo - marzo 11, 2013 10:27 am

    [...] a los que se mostraban escépticos ante la posibilidad de golear a Maldini, Nesta, Seedorf, Pirlo, Kaká y [...]

    Responder  
  3. Comentario by Cristiano Ronaldo, la dificultad de sentirse superior - 1001 Experiencias - Men Expert de L'Oréal - diciembre 13, 2013 01:32 pm

    […] Kaká (si fue realmente tan condenadamente bueno como creímos o si nos dejamos cegar un poco por los highlights de la Champions de 2007 es tema de debate para otro día) y cierta desconfianza hacia el portugués. Era un atleta […]

    Responder