Experiencias míticas

Mitologías del séptimo arte

mito.
(Del gr. μῦθος).
1. m. Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad.

2. m. Historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal.

El estreno el pasado viernes de la segunda entrega de las aventuras de Percy Jackson servía, entre otras cosas, para aumentar en una unidad el incontable número de producciones que, a lo largo de la historia del séptimo arte han casado celuloide con mitología, sea ésta de la procedencia que sea. Tanto es así, que si en las líneas que siguen quisiéramos ser exhaustivos y ofrecer un completo estudio acerca de lo mucho que el mundo del cine le debe a los mitos y leyendas de los cuatro rincones de nuestro planeta, serían necesarios muchos más párrafos de los que va a constar esta entrada. Así pues, avisados quedáis, queridos internautas, lo que vais a leer a continuación no es más que una breve brevísima aproximación al fascinante universo de la mitología en la gran pantalla.

Grecia y Roma, madres de los mitos

Cuando uno escucha la palabra mitología, es más que probable que lo primero que se le venga a la cabeza sea alguno de los dioses del panteón greco-romano o, por supuesto, el fortachón hijo de Zeus, ese Hércules que tantas producciones ha llegado a acaparar a lo largo de la historia del séptimo arte. Y no es de extrañar que así sea, ya que incontables son los títulos que, desde que el cine es cine, se han acercado a través de muy diversos ángulos a los relatos que nos han llegado de la cuna de la cultura moderna.

Tanto han ido de la mano cine y mitología, que nos podríamos remontar sin temor a los orígenes del séptimo arte para descubrir que, ya en las dos primeras décadas del s.XX, el celuloide coqueteaba con una de las fuentes que más ha sido adaptada a la gran pantalla: Homero. Ya sea ‘La Ilíada’, ya ‘La Odisea’, la inmortal obra del literato griego ha conocido traslaciones a 24 fotogramas por segundo para cansarnos, extrayendo el cine de las páginas de ambas obras una ingente cantidad de títulos que se han movido entre el espectáculo palomitero que fue la ‘Troya’ de Wolfgang Petersen —un batiburrillo que mezclaba a su antojo los elementos originales del relato homérico— a clásicos como la ‘Helena de Troya’ de Robert Wise, pasando por incontables miniseries de televisión o, incluso, imposibles proyectos como el ‘Ulysses’ de Joseph Strick, que adaptada la novela homónima de James Joyce basada a su vez en el texto griego.

Pero no todo lo que nos ha llegado de la mitología clásica en el cine se ha derivado de Homero, y muchas han sido las películas que, de forma más o menos memorable —y también, cómo no, infumable— han hecho suyos algunos de los mitos más famosos de la cultura greco-romana, actualizándolos de tan diversas formas como las que podíamos ver en el ‘Orfeo negro’ de Marcel Camus, que transportaba a Orfeo y Eurídice a las favelas de Brasil, en esa modernización musicalizada del mito de Pygmalion que fue el ‘My Fair Lady’ de George Cukor, en el relato de Perseo y Andrómeda pasado por el tamiz de Harryhausen que fue ‘Furia de titanes’ —no me la confundan, por favor, con el horrendo remake protagonizado por Sam Worthington— o, ya que estamos con el maestro de las miniaturas, en la fabulosa ‘Jasón y los Argonautas’ que dirigía Don Chaffey allá por 1963.

Mención aparte merece Hércules, un personaje que siempre le ha resultado atractivo al mundo del celuloide —de hecho, ahora mismo se encuentra en pre-producción una nueva cinta con el semidiós encarnado por Dwayne “The Rock” Johnson— y que, sin comerlo ni beberlo, ha conocido el solito más de una treintena de producciones cinematográficas entre las que se cuentan todas aquellas que se rodaron en Italia entre 1957 y 1965, esa visión hortera con avaricia que protagonizó Lou Ferrigno allá por 1983 o, cómo no, la muy simpática versión animada que Disney estrenó a finales de los noventa —por no hablar, claro está, de la serie de televisión de mediados de dicha década—.

Europa, crisol de mitologías

Dejando de lado lo que los mitos clásicos nos han llegado a ofrecer en el séptimo arte, centramos ahora nuestra atención en lo que el viejo mundo ha sido capaz de prestar al cine en cuanto a riqueza de panteones, divinidades, héroes y leyendas de lo más variopinto. Como no es este un estudio en profundidad sobre todas las vertientes que la mitología ha ido adquiriendo a lo largo de los siglos en el continente europeo, de cara a lo que nos interesa resulta más que suficiente si, dejando otras de lado, nos quedamos con las tres más importantes: la germana, la nórdica y la anglosajona.

Gracias a la germana volvemos a viajar a las primeras décadas de la historia del cine, esta vez de mano de Fritz Lang y la adaptación en dos filmes mudos que llevó a cabo de la saga de los Nibelungos, aquella sobre la que Wagner componía su magna tetralogía operística y que el visionario realizador de ‘Metrópolis’ plasmaba en casi cinco horas de metraje. En lo que a la nórdica respecta, Asgard, Thor, Odín y el Ragnarok han sido protagonistas indirectos en muchas cintas sobre vikingos y en otras que nada tenían que ver con ellos —el fin de los tiempos, el Ragnarok, era el motor que movía, por ejemplo, el ‘Hellboy’ de Guillermo del Toro—, encontrándolos encarnados en su versión Marvel en la cinta que dirigía Kenneth Branagh en 2010.

Mucho más abundante resulta la presencia de la mitología anglosajona en la historia del cine, sobre todo en lo que se refiere a las leyendas artúricas, un universo apasionante sobre el que el séptimo arte ha incursionado en numerosas ocasiones, siendo la de mayor relevancia la espectacular ‘Excalibur’ que John Boorman dirigía en 1981, una aproximación al Rey Arturo, Ginebra, Lanzarote, Perceval y los caballeros de la mesa redonda que mezclando magia con historia, mito con realidad, quedaba muy por delante del romanticismo que habíamos visto en la versión de Richard Thorpe de 1954, de la noñería que tendríamos que soportar en aquél ‘Primer caballero’ protagonizado por Richard Gere o en la tontería pseudo-historicista que se sacó Antoine Fuqua de la manga apadrinado por Jerry Bruckheimer.

Al mismo tiempo, y también de las islas británicas, no podemos dejar de recordar a ‘Beowulf’, el poema épico que narra las aventuras del héroe que logró vencer al demonio Grendel y cuya adaptación más espectacular —por más que Neil Gaiman y Roger Avary, los guionistas, se tomaran no pocas libertades con el texto original— es aquella que rodara Robert Zemeckis en animación digital por captura de movimiento.

Y sí, lo sé, me dejo en el tintero las mitologías orientales, pero dada la complejidad de las mismas, y la dificultad añadida de poder extraer títulos en concreto dado la superabundancia de iconografía que al respecto podemos encontrar en incontables títulos venidos del lejano oriente, espero comprendan y disculpen la ausencia de una selección orientativa que pudiera servir como introducción a tan intrincados universos. ç

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