Pocas personas quedan que una vez no se hayan enamorado de algún Porsche 911, da igual el año, o el modelo. El 911 es el coche deportivo por excelencia, más allá del estilo italiano ese par de faros redondos son un clásico inigualable.

A los amantes de Porsche en concreto les dolió que a partir de 1998 la compañía alemana dejara de fabricar la versión refrigerada por aire. Años después, en 2008, Rob Dickinson, de la banda de los noventa Catherine Wheel, se anima a abrir un taller en el que dar vida al Singer 911, un Porsche basado en el modelo 90-94 que sólo conserva las puertas del original. Un Porsche 911 vintage… pero construido con los componentes y avances tecnológicos del siglo XXI.

Montaría el mejor de los motores, un Cosworth refrigerado por aire de 3.6, 3.9 y 4.0 litros con 296, 375 y 419cv respectivamente. Cada uno de ellos son preparados a conciencia pero mantienen el bloque original. Monta ruedas de 17″ para alojar a su vez los mejores frenos que Brembo pone en el mercado y un sistema de suspensión firmado por Öhlins. Lo mejor de de Porsche y lo mejor del mercado, eso es lo que quiere Rob para su Singer.

Del Porsche original sólo quedan las puertas y el diseño base. Y es que no querían un coche agresivo, un tontuning de veinteañero con alerones por doquier y pegatinas de distintas marcas. El Singer 911 es una excelente mezcla de carácter y estilo. El cuerpo está construido en fibra de carbono, ayudando a disminuir el peso total del vehículo – de 1.200 a 1000kg –.

Rob calcula que vender entre cinco y diez unidades al año, aunque no descarta ampliar el negocio viendo los pedidos que recibe. Cada uno de ellos comienza en 150.000 euros para la versión más sencilla hasta los 232.000 si nos ponemos exquisitos.

Con el responsable de todo esto estuvo hablando hace no mucho Chris Harris, un popular periodistas del motor apodado “Monkey” por motivos más que evidentes. La historia en boca de sus creadores es como un cuento de hadas para los pitufos amantes del motor, no me sean vagos que hasta tiene subtítulos. Aunque si prefieren acción un salto hasta el minuto ocho y medio y después hasta el 21 hará caer muchas babas.

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