Ducati 1199 Panigale, un sueño al traste que acabó con Carlos Checa
Han pasado ya dos años desde que Ducati presentará en Milán su más valioso tesoro: la Ducati 1199 Panigale. Ducati ha sido, desde la creación del Campeonato del Mundo de Superbikes, la fábrica con más éxitos cosechados, y es que cada una de sus superbikes fue una moto superior y distinta al resto. En su equipo oficial estuvieron los mejores pilotos del mundo, desde Carl Fogarty a Troy Bayliss, pasando por Carlos Checa. La Panigale se presentó como la mayor revolución del sector en décadas con una configuración nunca vista hasta entonces y, de hecho, contentó a todos los periodistas que la probaron. Esta temporada la Panigale llegó a Superbikes… ¿el resultado? Esta semana Carlos Checa reconocía no poder continuar con Ducati ni un año más, días antes de confirmar una fractura de cadera que le tendrá meses ko.
En efecto la Ducati 1199 Panigale era una moto espectacular sobre el papel: 195 cv a 10.750 vueltas con 165kg en seco. En Bolonia habían conseguido utilizar la tecnología creada para MotoGP en una moto de calle. Su principal característica es la ausencia de un chasis tradicional, donde el conjunto y su suspensiones se adhieren al propulsor, que hace las funciones de chasis. Entre los aspectos positivos se encuentra el ahorro de varios kilos y un tamaño menor al habitual en las motos de un litro o más, el sueño de todo piloto o ingiero. A este sistema le llamaron monocoque, ya lo utilizó Casey Stoner en MotoGP con grandes resultados, y todo hacía pensar que la Panigale recogería el mismo resultado.
Sus primeros años en el mercado han sido un éxito y desde el día de la presentación no ha parado de recibir elogios. Sin embargo, como contaba más arriba, el papel de la Panigale en alta competición ha sido, por lo menos, decepcionante. Pese a utilizar un sistema revolucionario continua utilizando el motor tradicional bicilindrico del que dicen ya no se puede conseguir más potencia. Respecto a sus rivales, que pasaron a los tetracilindricos en línea o en V, la Ducati queda en evidencia.
Además, su particular configuración, hace que la puesta a punto sea mucho más complicada de lo normal. Ya a principios de temporada Carlos Checa, principal piloto de la marca en SBK, reconocía que sería una temporada muy dura. Los resultados en Phillip Island fueron sorprendentes, pero se han ido desinflando hasta verse inmersos en una rutina de caídas que ha terminado costando la salud de sus pilotos. Carlos cayó en los entrenamientos de Estambul, con fractura de escafóides y cadera.
Carlos, campeón del mundo en 2011, ya había decidido dejar Ducati a final de temporada tras un año desastroso en el que las caídas han estado demasiado presentes. Entre sus planes estaba la potente Kawasaki pero con 40 años las lesiones pesan y a día de hoy la retirada del piloto catalán está más cerca que nunca. Estamos ante la primera Ducati de SBK que resulta, de momento, un fracaso absoluto.
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